Prosperidad no es sólo algo tangible. Somos prósperos en la medida en que nuestros pensamientos sean abundantes.
Dedica los primeros 5 o 10 minutos de su día (apenas te despiertes y aún en la cama) a
pensar abundantemente – en vez de concentrarse en los problemas a resolver.
Construya este hábito y notará la diferencia. Qué es pensar abundantemente?
Determina que tu día será maravilloso!
Mírate a ti mismo durante el día
sonriendo y feliz! Ten pensamientos positivos y regresa a tiempos en que te
sentiste en paz y contento, y reproduce esos sentimientos. Practica ejercicios
de visualización para planear tu día energéticamente. De esta manera, tu día
empezará de la manera indicada y esta energía positiva alimentará tu actitud y
pensamientos.
Proponte hacer a partir de ahora las cosas bien, meditar sobre cada cosa que deseas para ti y también para los tuyos y finalmente permite que esto se haga realidad.
No pienses en limitaciones, todo es posible alcanzar, vivimos en un Universo lleno de abundancia, pero siempre pregúntate antes de escribir cada deseo, para qué lo quieres.
Es muy importante también en este proceso de generación de prosperidad, estar convencido de que la merecemos y soltar todo lo que nos limite en el camino de su consecución. ¿Será acaso que no estamos preparado para recibirla?, ¿Qué nos lo impide?
Evalúa, por ejemplo, cuáles son esas excusas que siempre manejas, tus propios argumentos para dilatar las cosas que tu ser te pide. ¿De dónde provienen? De la mente, ¿verdad? Está claro que sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el temor a no alcanzarlo. ¿Y dónde se originan los miedos? De nuevo: en la mente. Pero si tus sueños son inspirados desde el amor, nada ni nadie los detendrá.
Si deseas manifestar prosperidad en tu vida, cambiar lo que hasta ahora ha ocurrido, cambia tu primero y empieza por modificar tus pensamientos ya que el exterior de una persona se forja a partir de su forma de pensar. Porque nada puede cortar el flujo de luz, amor y abundancia que ya son tuyos, más que tú mismo y tus propias creencias.Sé tú el responsable de tu propia vida y cambia.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. Vive este instante que es lo que tenemos. Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio. Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Dispersa la alegría que hay dentro de ti, a todo aquel que te rodee.
Proponte hacer a partir de ahora las cosas bien, meditar sobre cada cosa que deseas para ti y también para los tuyos y finalmente permite que esto se haga realidad.
No pienses en limitaciones, todo es posible alcanzar, vivimos en un Universo lleno de abundancia, pero siempre pregúntate antes de escribir cada deseo, para qué lo quieres.
Es muy importante también en este proceso de generación de prosperidad, estar convencido de que la merecemos y soltar todo lo que nos limite en el camino de su consecución. ¿Será acaso que no estamos preparado para recibirla?, ¿Qué nos lo impide?
Evalúa, por ejemplo, cuáles son esas excusas que siempre manejas, tus propios argumentos para dilatar las cosas que tu ser te pide. ¿De dónde provienen? De la mente, ¿verdad? Está claro que sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el temor a no alcanzarlo. ¿Y dónde se originan los miedos? De nuevo: en la mente. Pero si tus sueños son inspirados desde el amor, nada ni nadie los detendrá.
Si deseas manifestar prosperidad en tu vida, cambiar lo que hasta ahora ha ocurrido, cambia tu primero y empieza por modificar tus pensamientos ya que el exterior de una persona se forja a partir de su forma de pensar. Porque nada puede cortar el flujo de luz, amor y abundancia que ya son tuyos, más que tú mismo y tus propias creencias.Sé tú el responsable de tu propia vida y cambia.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. Vive este instante que es lo que tenemos. Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio. Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Dispersa la alegría que hay dentro de ti, a todo aquel que te rodee.
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